Ocho pueblos argentinos fueron confirmados para participar del concurso de Best Tourism Villages, organizado por ONU Turismo.

Los requisitos para la candidatura eran tener menos de 15 mil habitantes, un paisaje natural y/o cultural vinculado a un entorno rural y un estilo de vida propio de la región puesto en valor turístico.

Los elegidos son Caviahue-Copahue (Neuquén); Barrancas (Jujuy); Campo Ramón (Misiones); Villa Tulumba (Córdoba); Los Chacayes (Mendoza); Urdinarraín (Entre Ríos); Gaiman (Chubut); y Saldungaray (Buenos Aires).

Ubicado a 100 kilómetros de Bahía Blanca, pertenece al partido de Tornquist y está próximo a Sierra de la Ventana.

Parte de una comarca turística consolidada, su principal atractivo está vinculado al entorno natural del sistema serrano.

Don Pedro Saldungaray, fundador del pueblo, compró los terrenos sobre los que se emplaza el Fortín Pavón, lugar de importancia durante la Campaña del Desierto.

Con el paso de los años, el arquitecto Salamone realizó el emblemático portal del Cementerio, que se sumó a los atractivos históricos del pueblo como la bodega, el tambo, la quesería familiar y la extensa ribera parquizada del rio Sauce Grande.

También vale la pena pasar por la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito, donde se puede ver la imagen de la Virgen, tallada en madera, en posición de descanso, apoyada sobre almohadones, una imagen que aportó el propio Saldungaray, quien la trajo desde Europa.

Y otro punto turístico para no dejar de ver es la estación de tren, que fue inaugurada a comienzos del siglo XX y desde 1903 se puso en funcionamiento, aunque en 2016 quedó inutilizada por el cierre del ramal de Sierra de la Ventana.

Todos los años se celebra allí la Fiesta Provincial de la Vendimia en la cual se puede disfrutar de degustaciones, charlas, exhibiciones de la industria vitivinícola provincial y espectáculos culturales.

La playa del Lago Epecuén volvió a cubrirse de blanco, un fenómeno formado por la alta concentración de sal al que le llaman nieve salada.

Sucede en el comienzo del invierno por la gran salinidad del espejo de agua que es diez veces mas intensa que la del océano, y sólo se compara con el Mar Muerto de Israel.

El lago, a 200 km. de Bahía tiene una concentración de entre 180 y 200 gramos de sal por litro, lo que multiplica varias veces la cantidad de sal que se encuentra en el mar, convirtiéndolo en un “flotario natural”.

Desde el Museo de Carhué explicaron que Epecuén es el punto final de una cuenca de lagunas encadenadas y sin salida, que recibe aportes tanto de esas lagunas aguas arriba o de pequeños arroyos. Y el aporte más importante de minerales es el dado por los surgentes que los arrastran desde las profundidades de la tierra.

Esta condición fue almacenando en millones de toneladas de minerales, en especial sales. Dependiendo de los ciclos hídricos, estos minerales o se diluían o se precipitaban conformando costras de cristales o “manto de sal” como se lo conocía popularmente.

Durante los 80 hasta los años 2000 ese proceso natural fue roto por la mano del hombre que introdujo enormes volúmenes de agua dulce con obras hidráulicas encaradas en los 70.

Pese a los contantes aportes subterráneos de sales, en época estival el sulfato de sodio esta disuelto y en equilibrio en la laguna. Pero cuando llega el frío y en especial las heladas pampeanas, la temperatura del agua de la costa baja rápidamente haciendo que se precipite el exceso de sal disuelta, pero en forma de cristales.

El viento y el oleaje producido expulsa dichos cristales a la costa, brindando uno de los paisajes más extraños.

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El municipio de Tornquist informó que el fuego en Sierras de la Ventana y Villa Ventana está contenido y bajo control. Las condiciones climáticas favorables durante la madrugada permitieron reducir la intensidad de las llamas, según los Bomberos locales. Más de 100 bomberos de 17 cuarteles, junto con helicópteros de la Provincia de Buenos Aires y la Subsecretaría de Ambiente, trabajaron para lograr la contención.

En una reunión del Comité de Crisis liderado por la intendenta interina Estefanía Bordoni, se evaluaron las acciones a seguir. Gustavo Devizia, jefe de bomberos de Sierra de la Ventana, informó sobre la situación y detalló que los equipos trabajaron en dos frentes: uno abordando el lugar donde inició el incendio y otro, con aeronaves, enfriando la “cabeza” del siniestro.

La colaboración coordinada de los equipos y la pérdida de intensidad durante la noche han permitido a los servicios de emergencia atacar las llamas desde las primeras horas del domingo. La comunidad respira aliviada, pero la vigilancia continúa para asegurar que el peligro haya pasado por completo.