Ahora
Las columnas del mar, el recuerdo de los espigones de Monte que ya no están
Fueron demolidos entre 2009 por su precario estado. Por sus costos, quedaron pilotes que ya son parte del paisaje.
La principal atracción que tiene Monte Hermoso es su extensa playa de aguas cálidas, en la que se puede apreciar cómo el sol nace y se esconde en el horizonte.
El atardecer mirando al oeste es el momento indicado para sacar los teléfonos o cámaras y tomar fotos realmente increíbles. Y en ellas, se entromete una hilera de columnas la cual es utilizada únicamente por las aves del lugar.
Ahí, hasta el año 2009, estuvo en pie uno de los dos espigones que hubo en el balneario (el otro camino al faro), que fueron construidos a principios de los años ’70.
Su demolición no fue una decisión caprichosa del gobierno de turno, sino que se venía destruyendo por el paso del tiempo, el impacto del agua y la sal, y la falta de mantenimiento por su escaso uso. Las caídas de vigas representaban un peligro para los turistas.
Un informe de los departamentos de Ingeniería y Geología de la UNS señaló que de acuerdo a estudios y ensayos, el deterioro se debió a la corrosión de la armadura por presencia de cloruros.
Puntualmente ese espigón fue levantado en 1971 por la Provincia y el municipio de Coronel Dorrego, cuando Monte todavía dependía de ese distrito.
Se construyó mediante el hincado de pilotes de hormigón armado de 0,50 m de diámetro, que sostenían una estructura de 230 metros de largo y 4 de ancho. Y terminaba en un morro muelle de 20 metros de largo que en el proyecto original, incluía la colocación de bancos para los pescadores, elementos para fijar cañas, refugios y baños.
Los primeros pilotes tienen una altura de 7 metros y los últimos 12, y están enterrados entre 3 y 4 metros.
Ya en 1978 comenzaron las críticas por sus deficiencias, y en 2003 fue finalmente clausurado. En el 2008 comenzó el proceso de desmantelamiento, que terminó en 2009. Y esas columnas que hoy terminan siendo características y parte del paisaje, se dejaron simplemente por una cuestión de costos.
Fuente: edutecne.utn.edu.ar
Ahora
Bahía, un mítico boliche bahiense en La Plata por el que pasaron las figuras del rock nacional
Con grandes fiestas y recitales el CEB logró comprar la casona que hoy sigue alojando a universitarios de nuestra ciudad.
El Centro de Estudiantes Bahienses es un espacio en La Plata en el cual se pueden alojar universitarios de nuestra ciudad que eligen la capital provincial para hacer una carrera.
Fue fundado en 1980, está ubicado en calle 46 y diagonal 77, ofrece becas y es autogestivo.
Durante sus primeros años un sector se utilizó para reuniones, esparcimiento y fiestas, pero fue quedando chico porque el lugar se hizo referencia.
Así fue que sus autoridades decidieron ir por más y en 1987 decidieron alquilar un inmueble para hacer el boliche Bahía, a cual le sumaron también nuevo equipamiento de sonido e iluminación.
Había un local de comida y el pub, que además de bailes temáticos se transformó en un mítico lugar de recitales.
Pasaron por ahí Fito Páez, Los Fabulosos Cadillacs, Andrés Calamaro, Virus, León Gieco, Fabiana Cantilo, Enanitos Verdes, Los Twist, Banana Pueyrredón, Miguel Mateos, Don Cornelio y La Zona, Sueter y Palo Pandolfo, entre otros.
Hasta Charly García iba a tocar en Bahía, pero por cuestiones de espacio lo hicieron en el polideportivo de Gimnasia y Esgrima.
La buena cantidad de plata recaudada la fueron invirtiendo en su principal fin, que era conseguir más espacio para los estudiantes. Y pudieron comprar la casona actual, de 46 y 77, a la cual le metieron mano en baños, paredes, techos e instalación de servicios. Hasta otorgar becas, hacer viajes y hasta ayudar en cuestiones de salud.
Llegaron a vivir en el Centro de Estudiantes Bahienses unas 80 personas, hasta que por las quejas de bolicheros y vecinos, más una orden judicial, debieron cerrar su principal fuente de ingreso en 1991.
No obstante, hoy sigue siendo una buena alternativa para los bahienses que tienen que ir a estudiar a La Plata y que no pueden afrontar un alquiler o buscan una más rápida inserción lejos de casa. De hecho, muchos que pasaron por ahí hoy se siguen juntando y rememorando viejas historias.
Y para los nostálgicos, un lugar que fue parte de su juventud y que va a quedar los recuerdos para toda la vida.
Más info en facebook.com/centrodeestudiantes.bahienses o instagram.com/cebahiense.
Más imágenes:
Fotos: Diego Promenzio
Ahora
Premian con los premios Konex en Letras a seis escritores bahienses
Fueron elegidos entre los 100 más destacados en el período 2014-2023.
Se dieron a conocer los nombres de las cien personalidades que recibirán el Premio Konex a lo más destacado de las Letras Argentinas en el período 2014-2023.
En esta 45º edición, que hace desde 1980, aparecen seis bahienses en cinco rubros diferentes:
Novela: Luis Sagasti
Poesía: Jorge Boccanera y Mario Ortíz
Ensayo Literario: Guillermo David
Literatura Infantil: Roberta Iannamico
Literatura Juvenil: Paula Bombara
“Me pone muy feliz recibir este premio junto a gente que de veras admiro. Le agradezco mucho la generosidad a un jurado notabilísimo. En tiempos tan oscuros como los que corren no deja de ser agua de rocío que te pongan al lado de los mejores de la década (cuando ocurren estas cosas, uno piensa en sus viejos, no?)”, reflexionó Sagasti a través de sus redes sociales.
Por su parte, desde el Instituto Cultural de Bahía destacaron que estas distinciones “representa también los talleres literarios de la ciudad, los festivales, las bibliotecas populares, estudiantes y profesores del departamento de humanidades de la UNS, editoriales independientes, centros culturales, ferias de libros usados, cientos de otros lectores y productores de poéticas y narrativas que potencian a Bahía Blanca como un punto central en la historia de la literatura Argentina”.
Ahora
Cómo pronunciamos Holdich, un debate bahiense de larga data
Cuando importamos palabras es común que pasen por algún cambio en su escritura o pronunciación.
Eternos debates bahienses.
¿Jóldich u Oldích?
Si hablamos de la calle Holdich, lo único que podemos decir con seguridad es que no es una palabra del español.
Cuando importamos palabras de otros idiomas, es común que pasen por algún cambio en su escritura o pronunciación.
Con el nombre de esta calle, al igual que con O’higgins, están igual de extendidas las dos maneras de decirle: jóldich u oldích.
Pero este proceso también lo usamos con otras palabras en otros contextos, por ejemplo con same cuando lo pronunciamos same y con people cuando escribimos “pipol”.
Fuente: “Importaciones léxicas en español bonaerense: compromiso fónico y convencionalización puntual” –
Yolanda Hipperdinger (2016).
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