La historia de Mily y su perra Lena generó un montón de mensajes.

Un montón de nuestros seguidores y seguidoras se contactaron para contarnos las suyas, y para empezar elegimos las primeras tres.

Valentina, Canela y su viaje a dedo

“Me fui a estudiar a Mar Del Plata en el 2011 y como me costaba bastante estar sola decidí adoptar una mascota. Entré a un grupo de Facebook y había dos cachorritas rescatadas. Me trajeron a ambas, una me jugaba y la otra no salía del fondo del canil, temblaba. Entonces la elegí a esa última”.

“Cuando entramos al departamento la solté y estuvo tres días en el fondo de la cama. Hoy sigue con un comportamiento miedoso pero es muy buena. En una oportunidad tuve que dejar el departamento e ir a una pensión a la que no podía llevarla. Mis viejos tampoco podían ir hasta allá a buscarla porque era muy costoso, así que salimos a caminar desde el centro de Mar del Plata hasta la ruta y empezamos a hacer dedo. Nos fue levantando gente en todo el camino hasta que llegamos a Bahía. Fueron unos 5 o 6 y todos me dijeron lo mismo: te levanto porque estás con la perra”.

“Acá estamos, vivimos juntas y es una compañía inseparable. Además es re dócil y le saca sonrisas a la gente. Eso me da una sensación de felicidad increíble”.

Belén, Lenny, sus hermanos y el bebé que finalmente llegó

“Con mi pareja estuvimos mucho tiempo buscando tener un hijo pero no se daba, y una señora donde trabajaba me dijo que me iba a regalar un perrito. Así llegó a casa un chihuahua chiquito, cascarrabias, hermoso y un poco malo”.

“Lo cierto es que con el tiempo tuvimos un nene, pero nos enteramos del embarazo cuando estaba de 5 meses y él ya lo sabía todo desde antes”.

“Después vino Apolo en un tránsito, y como nadie lo quería se terminó quedando en casa y tiene 11 años. También chihuahua. Y ahora llegó Pepe, que tiene 5 meses y hacen todo juntos”.

Brian, Ciro y el fuerte hallazgo de Gema

“En el 2017 trabajaba en una empresa y estaba fuera de casa unas 10, 11 horas. Como mi perro Ciro, que lo había adoptado,  lloraba mucho porque se quedaba solo, decidí buscarle una compañía”

“Entré a Facebook y vi una publicación de que habían encontrado cuatro cachorros en una bolsa de consorcio dentro de un container, de los cuáles dos habían muerto y dos seguían vivos. Accedí a adoptar una perra, que le puse Gema, pensando en mi otro perro”.

“Con ellos nunca me levanto con mala energía, la transmisión es mutua y hago mis días más lindos. Mis amigos me dicen que los trato como si fueran humanos y yo siento que son como amigos. Son libres, y somos una familia”.