El 1 de julio del 2020 entró en vigencia la Ley de Alquileres, aprobada por el Congreso Nacional.

Tenía como propósito generar más equilibrio entre propietarios e inquilinos, sobre todo teniendo en cuenta la inestabilidad económica por la inflación.

Su eje central era cuándo y cómo se actualizaban los precios. La norma establecía que era una vez al año y a través de un índice que combinaba inflación y salarios. Y por otro lado, la duración del contrato por 3 años como mínimo.

Debido a las fluctuaciones económicas, los propietarios consideraron que se habían visto perjudicados, por lo que en el 2023 se hizo una reforma, con actualización de valores cada 6 meses como punto determinante.

Sin embargo, en abril de este año el nuevo gobierno nacional la terminó vetando a través de un DNU. En consecuencia, aquella ley sólo sigue vigente para los viejos contratos pero ya no corre para los nuevos.

En Wips nos contactamos con dos de las patas de este tema, inmobiliarias e inquilinos.

Brenda Cepeda, miembro de Inquilinos Agrupados de Bahía, consideró desde esa determinación hasta hoy “pasó lo que esperábamos que iba a pasar, que los valores no iban a bajar y que iba a haber aumentos más seguidos, ya con números establecidos desde antes, ni siquiera rigiéndose por algun índice.

“Al no haber una ley que regule, queda todo a merced de lo que quieran hacer los propietarios y las inmobiliarias, se hace lo que imponen”, agregó.

Acerca de las consultas que reciben como agrupación, Brenda señaló que les llegan muchas consultas sobre arreglos, y en ese aspecto que “nadie está arreglando nada y todo lo tiene que pagar el inquilino, incluso las expensas extraordinarias”.

Para Carlos Esteban, presidente del Colegio de Martilleros de Bahía, la historia es diferente.

Así como considera que aquella Ley de Alquileres provocó el retiro de una gran cantidad de propiedades, el DNU “permitió la libre contratación y la normalización, que hoy permite que haya disponibilidad y una baja en los valores, ya que salarios de los inquilinos siguen atrasados”.

“El mercado está normalizado en materia de alquileres, y tenemos buenas expectativas en relación a las ventas, que ya se empezaron a mover por la aparición de los créditos”, informó.

Para el dirigente, el problema es la inflación, y al respecto, advirtió que “si se llega a frenar, la gente va a empezar a tomar confianza y sacar préstamos, que es la única manera de que la clase media pueda tener vivienda propia”.

A principios de junio la Provincia anunció modificaciones en el régimen de las escuelas secundarias.

A partir del 2025 y por decisión del Consejo General de Educación, compuesto por las distintas fuerzas políticas, entre otras cosas fue eliminada la repitencia en ese nivel y sólo se van a recuperar o recursar las materias desaprobadas (ver cambios abajo).

En ese contexto, el director general de Educación, Alberto Sileoni, explicó que “buena parte del mundo” ya también la suprimió y que el sistema va hacia una modalidad similar a la universidad, “con sus premios y castigos” y que por eso “creemos que lo que aprobaste no lo tenés que volver a hacer”.

“En ninguna parte de América hay repitencia, porque coinciden en que repetir no te hace aprender más. Hay que hacer la escuela más atractiva para los alumnos, porque está perdiendo prestigio. Vamos a trabajar todo este segundo semestre para que esté muy claro”, agregó.

Ante esta novedad, distintos sindicatos docentes comenzaron a realizar consultas y asambleas para analizar cómo puede repercutir en su trabajo. Y en las últimas horas, Suteba Bahía publicó sus conclusiones en un documento.

Según la organización gremial, los cambios van a producir una intensificación del trabajo docente producto de una mayor cantidad de tareas y exigencias.

Además, que “se avanza en propuestas para que los estudiantes transcurran la formación secundaria con dudoso resultado en cuanto a la incorporación de contenidos”.

También, que el nuevo régimen propone una organización curricular diferente “y no se encuentran claras responsabilidades en torno al cumplimiento de las políticas de cuidado”.

Y además, que cada escuela tiene sus diferentes complejidades que se deben tener en cuenta para una reorganización, ya que algunas poseen edificio propio y otras no, y muchas de ellas comparten edificio con primarias y/o terciarios.

Los cambios que anunció la Provincia son:

– Hasta cuatro materias no aprobadas, se hace un curso acelerado entre diciembre y marzo para ver si se revierte la situación.

Ese período de intensificación se realizarán en cuatro períodos de 15 días al inicio y final de cada cuatrimestre, en diciembre y febrero. Según explicaron, el objetivo es no transitar ese período en soledad y pasar más tiempo en la escuela.

– Con más de cinco materias no aprobadas, los alumnos deberán definir cuatro para intensificar y la o las restantes para recursar.

Se va a conformar para eso en cada institución un Equipo de Definición de las Trayectorias Educativas para orientar a los estudiantes y familias con estas decisiones.

Cada escuela deberá definir el régimen. El alumno que debe cursar una materia del año anterior podrá ir en esa hora al curso de los estudiantes que tienen un año menos de edad, o cabe la posibilidad es que siga cursando en el mismo curso y el profesor tenga que darle un contenido especifico. Otra alternativa, abrir cursos a contraturno.

– Habrá sistema de correlativas. Un estudiante no podrá cursar una materia que obliga a tener una instancia previa de acreditación. Por ejemplo, no podrá cursar Matemática en segundo año si no aprueba Matemática en primero.

– La evaluación será por nota numérica en dos cuatrimestres, en los cuales se deberá aprobar con 7 o más. No se promedian entre ellos.

Además se anunció:

– Acompañamiento del inicio de 1° año en la construcción del oficio de estudiante del Nivel Secundario.

– Propuestas formativas destinadas a estudiantes de 6° año para la articulación con el Nivel Superior y la construcción de vocaciones.

– Jornadas Escolares de Convivencia y Acuerdos Institucionales de Convivencia.

Cómo es habitual antes de un feriado, la Corporación de Comercio hace un relevamiento entre sus afiliados para saber cómo van a trabajar en esa fecha.

Teniendo en cuenta que el martes es 9 de julio, Día de la Independencia, se realizó la habitual consulta y la mayoría anunció que permanecerán cerrados.

Desde la entidad aclararon que no obstante algunos informaron que sí van a trabajar.

Cabe señalar que en estas fechas los empleados no están obligados a hacerlo, y no les pueden descontar por ello.

Y en el caso de que acuerden afrontar la jornada laboral, cobrarán el doble.