Ahora
A Nicolás le cortaron la medicación, no le dan respuestas y su vida está en riesgo
Padece Síndrome de Wilson, una enfermedad que causa la acumulación de cobre en varios órganos y no los puede eliminar.
Nicolás Telker es un vecino bahiense que padece Síndrome de Wilson, una enfermedad poco frecuente que causa la acumulación de cobre en varios órganos.
Si bien es normal tener ese metal en el cuerpo, también lo es eliminarlo. Pero ese no es su caso por tener una deficiencia hepática.
Sus problemas comenzaron cuando se contagió de coronavirus, lo que le generó una falla multiorgánica. Atravesó derrames cerebrales, convulsiones y pérdida de la capacidad motriz, cuyas secuelas persisten hasta hoy.
Su tratamiento es con una droga llamada D-Penicilamina derivada de la penicilina, que lo que hace es eliminar ese cobre por otras vías que no son las convencionales.
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En estos momentos está sin medicación porque el organismo que se la preveía, la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE), tiene todos los trámites frenados y no da respuestas tras el cierre del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Si bien hizo llegar su caso al municipio y cuenta con el apoyo, todavía está a la espera.
Cada caja de esta droga tiene un valor de $ 220 mil y Nicolás consume 6 por mes, además de anticonvulsionantes y anticoagulantes.
“Estoy aguardando desde noviembre y es preocupante. Con la suspensión de la medicación podría volver a tener fallas multiorgánicas y llegar a la muerte. Esto me pasa a mí y a otros miles de pacientes crónicos. Esperemos que se resuelva”, completó.
Ahora
Aseguran que la calidad del agua de los surgentes es siempre la misma y apta para consumo
La licenciada en Ciencias Geológicas, Lucía Carrica, hizo aclaraciones en el marco de la crisis hídrica.
Cada vez que en Bahía hay problemas con el agua de red, los surgentes se llenan de gente.
Hay 26 perforaciones públicas de las que sale agua caliente en diferentes lugares de la ciudad, aunque solo 4 están en funcionamiento.
El problema no tiene que ver con su calidad sino con las malas condiciones en los que se encuentran.
Actualmente están en uso Don Bosco 3200, República Siria 2398, Alem 1615 y Guillermo Torres 3134.
Lucía Carrica, licenciada en Ciencias Geológicas, aclaró en diálogo con Wips que todos clasifican para consumo humano y están dentro de los parámetros del Código Alimentario Argentino.
De acuerdo a mediciones propias, precisó que “no tienen ningún tipo de contaminación” y si bien “algunas aguas pueden ser más saladas que otras, todas clasifican para consumo”.
“Algunos pozos dan más alto sodio que otros pero eso no los saca de su potabilidad. A algunos pacientes hipertensos les aconsejan mezclar”.
La especialista dio esta explicación a partir de algunas interpretaciones sobre que la calidad del recurso podría ir variando.
En ese sentido, detalló que es siempre la misma, porque “desde que llovió, se infiltró y llegó a Bahía, pasaron entre 2 mil y 20 mil años y en algunos casos 34 mil”.
“Los acuíferos se recargan por agua de lluvia en el pie del monte de las sierras australes, que se va infiltrando cada vez a más profundidad, entre 700 y 1200 metros, y por encima tiene placas impermeables. De esta manera, no le pasa la contaminación de la capa freática, que es la que está más cerca de la superficie, que a veces sí puede verse afectada, por ejemplo en cercanías a una estación de servicio cuyos tanques estén pinchados”, agregó.
Teniendo en cuenta eso, si llueve hoy o mañana “tampoco va a bajar el caudal”.
De acuerdo a las últimas mediciones a las que pudimos acceder, tanto de la Provincia como del municipio, efectivamente la calidad del agua es apta.
Análisis Municipalidad de Bahía Blanca 2024:
Análisis Autoridad del Agua de la Provincia 2021:
El surgente que más movimiento tiene es del Parque de Mayo, cuya profundidad es de 700 metros y una temperatura del agua de de 60º.
Según el ingeniero químico y docente de la UTN, Domingo Campaña, es el agua de mejor calidad de la ciudad y la que toma habitualmente.
Ahora
La inflación de abril en Bahía fue del 8,34 %
Bajó respecto a marzo, que había sido del 11,02 %. En lo que va del año es del 64,27 %.
La inflación en Bahía durante abril, según el IPC On Line, fue del 8,34 %, menor a la de marzo, cuyo registro había sido del 11,02 %.
Así lo determinó el relevamiento hecho sobre 8.184 productos y servicios y 22.120 precios.
De esta manera, en lo que va del año acumula un 64,27 % y una variación interanual es de 272,85 %.
IPC Online Abril 2024
Variación mensual: 8,34%
Variación interanual: 272,85%
Productos y servicios: 8.184
Precios: 22.120
Web: https://t.co/7FuzGk2EJq#inflación @JMilei pic.twitter.com/fxDgOc0IuT— IPCOnline (@ipconlinebb) April 29, 2024
Las alzas puntuales más grandes se registraron en Esparcimiento (servicios de cable), Vivienda y servicios básicos (gas) y Atención médica y gastos para la salud (prepagas).
Alimentos y bebidas promedió poco más de 5 %, un valor más comúnmente observado hace un año atrás.
La inflación interanual sólo aumentó 1,51 % en un mes lo cual claramente marca una ralentización en el ritmo de crecimiento de los precios.
Los precios subieron de manera sensible en la primera (y segunda semana para Salud) para luego estancarse y casi paralizarse en todos los capítulos. Algunos de éstos incluso mostraron deflación semanal.
CLICK para ver el informe completo.
Ahora
La “caída” del muro de Blandengues, un hecho trascendente en la historia
Fue el 7 de octubre del 2011 y marcó un antes y un después para los vecinos de un sector del Noroeste.
La caída del muro de Berlín fue un hecho histórico trascendente de finales del siglo 20.
El 9 de noviembre de 1989 se derrumbó la pared que separaba a la Alemania Oriental de la Occidental, es decir, al sector aliado (estadounidense, británico y francés), del soviético.
Con eso llegó al final la Guerra Fría y el territorio germano logró su esperada reunificación.
22 años después, en Bahía también el derrumbe de una pared se constituyó como un hecho trascendental y de gran valor, en especial para los vecinos del Noroeste y la conectividad en la ciudad.
Fue en calle Blandengues entre Malvinas y Sixto Laspiur, donde durante más de un siglo un muro en un sector ferroviario separó a ese barrio con el centro, obligando a quienes querían pasar de un lado al otro, especialmente a conductores, a hacer 8 cuadras más para poder cruzar.
Fueron más de 30 años de reclamos por parte de los vecinos, que consideraban que esa pared los postergaba y relegaba, y que además dificultaba a los servicios de emergencias.
Si bien el proyecto ya estaba planificado desde hacía años, faltaba una decisión política que finalmente se tomó y mediante la cual logró avanzar. Se necesitó retirar un local comercial que ocupaba el lugar, tirar el muro, abrir la calle y crear además un nuevo paso a nivel.
Fue la primera apertura realizada en casi 120 años a la barrera urbana que conformó el ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste, con sus instalaciones montadas entre Rondeau y Juan Molina, informó en aquel entonces La Nueva.
En la mañana del 7 de octubre del 2011 una máquina asomó por el lugar y comenzó con la tarea. Estaban presentes muchos vecinos, que también con sus herramientas ayudaron a voltear la mampostería y quitar la histórica división. Y hasta el intendente de ese entonces hizo lo suyo con una masa.
Sin embargo, para la concreción completa, con el objetivo de que los vehículos pudieran transitar, hubo que esperar hasta julio del 2015 por una demora de la firma FerroExpreso Pampeano para hacer el paso a nivel.
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