El bahiense Emanuel Ginóbili habló por primera vez luego de que se anunciara su incorporación al Salón de la Fama de la NBA y contó cómo recibió ese reconocimiento, 4 años después de haber jugado su último partido.

“El lunes anterior fue el día del llamado, yo no sabía que se iba a filtrar. Me dijeron que anuncio se hacía el sábado. Un día estaba viendo el entrenamiento de mis hijos y veo en el teléfono que algo pasó. Se había filtrado. De entrada fue responder, decir ‘Muchas gracias’. Es lindo saber que la gente se alegra, que algunos hasta se emocionan por algo que te pasa a vos”, dijo en una entrevista con NBA Latam.

Manu dijo que lo “halaga mucho” que sigan pasando estas cosas pese a que su carrera en el básquet ya haya terminado hace varios años.

“Cuando terminó mi carrera, pasó lo del retiro de la camiseta (en San Antonio Spurs), cerré la persiana. Nada de lo que venga de ahora en más me ocupa neuronas. Lo que viene es un lindo premio, un honor a lo que hice, pero ya está. Yo no juego más y no puedo generar algo nuevo. Está todo hecho, no puedo modificar nada y no depende de mí. Yo dejé todo lo que tenía que dejar adentro de la cancha, el resto es anecdótico y puede ser superlativo, como esto (del Salón de la Fama)”, explicó.

El exjugador de 44 años dijo que no es de emocionarse, aunque en el momento en el que tenga que dar el discurso en agosto “tal vez surge algo”.

“Mi carrera fue muy privilegiada, de estar en un lugar así (San Antonio) con personas que valoraban y me valoraban. Al mismo tiempo tuve la fortuna indescriptible de tener lo mismo en paralelo con la Selección. Es algo muy atípico. Aprecio muchísimo todo lo que pasó, desde las grandes victorias como un oro olímpico hasta las que me partieron el corazón”, expresó.

En ese sentido, insistió con que al haber jugado hasta los 41, “no me quedó nada”.

“Desde 2013 ya venía barajando la oportunidad de dejar y jugué cuatro o cinco temporadas más. Para mí había sido muy duro y empecé a considerarlo internamente. Me fui preparando mientras sucedía. Eso hizo que la transición fuera sencilla y recontra placentera. No hubo un momento en que dijera ‘Cómo me gustaría estar ahí’. Yo lo miro desde este lado con un tecito y me voy a la cama cuando termina”, dijo.

Y concluyó: “Pensé que me iba a costar más, que iba a extrañar más la adrenalina de la competencia y la verdad es que no. No me imagino cómo lo hacía, estar bajo esa presión constante. De pensarlo me agoto. Llevo cuatro años sin casi tocar una cancha de básquet, ni series ni partidos. Ahora tengo otras prioridades”.

Manu, 4 veces campeón en la NBA con los Spurs, se convirtió el 2 de abril en el primer argentino en alcanzar el Salón de la Fama.

El evento en el que se concretará todo será el 9 de septiembre en Springfield, Massachusetts.